VIGOREXIA
La obsesión por un cuerpo musculoso


La insatisfacción por el propio físico conduce a la obsesión de muchos hombres por el músculo, lo que se conoce con el nombre de vigorexia. “Estar cachas” en el menor tiempo posible pasa de ser un objetivo a convertirse en un desorden emocional. El ansia por adquirir a toda costa una apariencia atlética puede llevar al consumo de sustancias perjudiciales para el organismo. Las consecuencias de este trastorno tienen su reflejo en la dieta, la salud y la conducta social de quienes lo padecen.



Esclavos del cuerpo

Existe en la sociedad una tendencia creciente, incluso compulsiva en algunos casos, a lograr a toda costa ampliar el canon de belleza. Sin embargo, la anorexia y la bulimia demostraron en la década de los 90 que de la moda a la enfermedad sólo hay un paso. Ahora irrumpe con fuerza lo que se conoce de manera científica como vigorexia o la obsesión por ganar músculo a través de una actividad física desproporcionada, y la delgadez que buscaban ellas se contrapone con la robustez que persiguen muchos varones.