La musculatura isquiotibial o isquiosural la componen tres músculos: el bíceps femoral, el semitendinoso y el semimembranoso,
cuya función es la de flexionar la rodilla y extender la cadera. Las
lesiones en esta musculatura son muy frecuentes, sobre todo en aquellos
deportes que requieren movimientos repetidos de aceleración y
desaceleración máximos.
Estudios recientes en futbolistas de élite han demostrado que las lesiones en los isquiotibiales suponen el 17% del total de lesiones(1,2,3). Se han identificado varios factores de riesgo en este tipo de lesión en los futbolistas(2,4,5):
Estudios recientes en futbolistas de élite han demostrado que las lesiones en los isquiotibiales suponen el 17% del total de lesiones(1,2,3). Se han identificado varios factores de riesgo en este tipo de lesión en los futbolistas(2,4,5):
- Falta de flexibilidad en la musculatura isquiotibial.
- Desequilibrio en la fuerza muscular entre el cuádriceps y los isquiotibiales.
- Antecedentes de lesión previa en la musculatura isquiotibial.
Estudios relacionados
Estudios actuales han demostrado que pueden implementarse medidas preventivas que hagan frente a la susceptibilidad de los futbolistas a lesionarse la musculatura isquiotibial(5,6,7).
Un programa de fortalecimiento de la musculatura isquiotibial de 10
semanas de duración, durante la pretemporada, y enfatizando en la carga
excéntrica, ha demostrado reducir significativamente el ratio de
lesiones de esta musculatura en futbolistas profesionales
durante los 10 meses de competición(7).
Además, el programa conseguía
aumentos en la velocidad máxima de carrera y en la fuerza isocinética de
los isquiotibiales. Aunque es frecuente fortalecer esta musculatura
concéntricamente, parece evidente que es igual de importante un
fortalecimiento excéntrico para prevenir lesiones y optimizar el
rendimiento deportivo.